M.G.
Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), octubre es el mes en que se conmemora el Día de la Salud Mental: una oportunidad para concientizar sobre los problemas de salud mental.
En este marco, la municipalidad de Arroyo Seco, mediante la secretaría de Salud y Desarrollo Social, realizó distintas intervenciones en la sala de espera del Centro de Salud «Ramón Carrillo con el fin de reflexionar sobre esta problemática social.
La psicóloga María Ángeles De Rienzo explicó la importancia de la acción realizada por la municipalidad de Arroyo Seco en la propuesta de despatologizar el concepto de salud mental: “La actividad consistió en la proyección de un video que armamos, construimos y pensamos con los trabajadores del Centro de Salud; y con una actividad lúdica a partir de un juego con globos que se entregaban a las personas en la sala de espera en donde trabajamos. El objetivo es derribar mitos en relación a la salud mental. Tenía una frase por fuera, por ejemplo: “El loco es peligroso”, y cuando lo pinchaban adentro había otra frase que es justamente esta mirada que queremos revisar en relación a la enfermedad mental y a la persona con padecimiento subjetivo. Obviamente, la persona con padecimiento mental, no tiene por qué ser peligrosa”.
El origen del estigma es el gran desconocimiento que hay en la sociedad sobre los trastornos mentales. Para romper la barrera de la marginación, es indispensable reflexionar en comunidad sobre la discriminación que padecen las personas con padecimientos subjetivos, ya que la consecuencia directa de este accionar social es el principal obstáculo para el tránsito una vida ciudadana plena y activa: “Históricamente la persona con padecimiento mental fue estigmatizada, discriminada y encerrada prácticamente en estas instituciones. A partir de la Ley de Salud Mental hay un punto de inflexión porque lo que intenta es dejar atrás el viejo paradigma en donde se pensaba que las personas con padecimiento mental debían estar encerrada en una institución; a pensarlas como un sujeto con derechos, que debe vivir en comunidad, que debe vivir con su sistema de apoyo. Estigmatizarlas es afianzar estas creencias erróneas donde las personas con padecimiento mental son peligrosas, incapaces, y lo asociamos con la violencia.
No podemos etiquetarlas, no podemos rotular, no podemos llamar a una persona por su enfermedad. Nuestra responsabilidad es promover el uso adecuado del lenguaje y es una tarea de toda la comunidad. No hay que sustantivar la condición, sino abordarla desde la perspectiva de una persona y sus circunstancias, es la persona en sus circunstancias, son las condiciones sociales de esta persona, las redes que esta persona establece en la comunidad, su subjetividad; y desde ese lugar intentamos pensar esta actividad” manifestó la psicóloga.
Direccionar la intervención profesional no solo en el paciente sino también en todo el grupo familiar
Y en este sentido María Ángeles De Rienzo considera que el papel de la familia es fundamental en el proceso de abordaje de personas con padecimiento subjetivo. La familia puede ser víctima y entrar en un proceso de derrumbe. Puede ser un factor de colaboración a la recuperación del paciente o por el contrario actuar como un factor desencadenante del cuadro psíquico. Y esto implica direccionar la intervención profesional no solamente sobre el paciente sino también hacia todo el grupo familiar.
De Rienzo señaló: “Es una situación de mucho sufrimiento, que muchas veces genera crisis en los sistemas familiares y es sumamente importante, y nosotros esto lo trabajamos mucho con los compañeros del equipo de salud, poder brindar esta contención adecuada, poder acompañar, poder contener y poder brindarle el acompañamiento que muchas veces es fallido, que muchas veces no alcanza, que muchas veces tiene errores, porque sabemos que el sistema de salud está fragmentado, que está segmentado y que necesita muchísimo todavía para poder funcionar como nosotros imaginamos que debe funcionar la salud pública. Pero bueno, intentamos desde nuestro lugar hacer todo lo posible para poder ofrecerle a las familias y a las personas que están atravesando esta situación para que sea lo más transitable posible”.
“Por eso nosotros, como profesionales de la salud, interpelamos al sistema de salud. Pero la primera mirada que debemos revisar es la nuestra. Preguntarnos cuál es nuestra mirada en relación justamente a este proceso y cuál es nuestra propia mirada en relación a la salud mental. Esto significa poder ser un poco más empático, poder tener respeto, porque la persona está atravesando una situación de intenso sufrimiento. Tenemos que ser respetuosos. Y esto también tiene que ver con no discriminar, con no estigmatizar, con no rotular, con no poner estas etiquetas, con no juzgar. Esto creo que es función de todos. Es responsabilidad de todos, no sólo de los centros de salud. De los medios de comunicación, de las instituciones, de los clubes, de toda la comunidad y absolutamente de todos los ciudadanos” concluyó la profesional.