N.G.
La inscripción que lleva la bandera parece ser su leitmotiv como equipo. “Ninguna es mejor que todas juntas”, se lee en la insignia desplegada por todas las jugadoras, mientras posan para la foto. El conjunto de Mamis Hockey del Centro Cosmopolita Unión y Progreso (CCUP) nació como una vía de escape y se transformó, con el paso del tiempo, en un grupo de amigas que crece en torno al deporte. De pensar cómo aprovechar las horas en que llevaban a sus hijas a los entrenamientos, a disputar su primer torneo.
Erigida en la voz cantante, pero a la vez secundada por todas sus compañeras alrededor, la capitana Gabriela Cappiello mira en retrospectiva para contar cómo fueron los orígenes del equipo. “Hubo varios intentos, aunque el arranque formal fue en octubre de 2019. En ese momento éramos unas cuatro o cinco mamás que teníamos a nuestras nenas haciendo hockey al mismo horario”, relata. El inicio de la pandemia puso las intenciones del plantel en pausa hasta fines del año pasado, cuando se reflotó la iniciativa.
“Cuando se dio el permiso, arrancamos a entrenar algunas y, a medida que fue pasando el tiempo, se incorporaron nuevas chicas con el entusiasmo de hacer algo por nosotras y compartir un momento”, narra Gabriela. Empezaron el año siendo cinco jugadoras, pero el boca en boca hizo que en cada práctica se sumen integrantes y hoy son más de 20. “Tenemos las mismas necesidades e inquietudes. Siempre invitamos a conocidas, amigas y a las mamás de las nenas que llegaban al club y no hacían nada”, dice.
Creciendo con muchas ganas
El profe Miguel Lotero se muestra didáctico en el entrenamiento, pone énfasis en el perfilamiento para dar el pase, en que se apoyen como compañeras o ataquen el área, pero por sobre todas las cosas valora el lugar que sus dirigidas supieron conquistar. “Esto es importante para entender que la mujer debe tener su espacio y respetarla”, señala. “La gran mayoría de las que estamos acá no jugó nunca al hockey, entonces arrancamos de cero. Solo tres o cuatro jugamos unos años y hace mucho que no lo hacemos, por eso la idea es crecer todas juntas”, añade Cappiello.
Con el paso de los meses, al equipo se sumaron mujeres que no tenían a sus hijas practicando la disciplina. “Estamos aprendiendo un poco de todo. Manejamos el pase, la recepción, la pegada, pero el profe nos sigue enseñando de manera acelerada las posiciones en la cancha y las reglas del juego, que son diferentes a las que conocíamos cuando jugábamos antes”, describe la capitana. “De a poquito estamos creciendo como equipo, con muchas ganas”, detalla en una pausa del entrenamiento.
Las horas compartidas en la cancha se transformaron en momentos vividos en grupo fuera de ella. “Somos muy unidas, festejamos la vida. Primero que nada, este es un grupo de apoyo emocional. No queremos dejar de venir porque nos sentimos muy cómodas”, expresa Gabriela, a punto de emocionarse, en tanto agradece el apoyo familiar para bancar sus intenciones y el de Miguel, “el técnico que arrancó con nosotras”. “Cuando podemos, tratamos de unirnos, juntarnos aquí en el club o en otro lugar y formar un buen grupo”, suma una de las compañeras.
Las Mamis Hockey presentaron recientemente su nueva camiseta y la indumentaria oficial gracias al apoyo de diferentes empresas locales. Si bien reciben la banca de la subcomisión de hockey, destacan la importancia de disponer de un lugar apto para desarrollar sus entrenamientos. “Sería fundamental contar con una cancha de sintético para todas las divisiones, así mejoraríamos nuestras destrezas y tendríamos una buena preparación física”, resalta la capitana.
El grupo se reúne en el club los lunes, miércoles y viernes de 18 a 19:30 horas para entrenar, y advierten que hay lugar para quienes quieran unirse. “Les decimos que las esperamos, que nos apoyen, que los brazos están abiertos y que somos un grupo, en el que estamos abiertas a todo”, esgrime Gabriela. “Que se animen a venir”, grita otra de las jugadoras, unos metros más atrás. Como sea, ese equipo de madres que está en pleno crecimiento tiene un único objetivo: “La idea principal es divertirnos y pasarla bien”.
La posibilidad de disputar su primer torneo
Las Mamis jugaron el fin de semana del 23 y 24 de septiembre en Río Segundo, Córdoba, su primera competencia con el equipo constituido. “Estaba la posibilidad de inscribirse para +30 y +40, y decidimos anotarnos en la segunda opción. No podemos ir todas, aunque será la primera vez que disputemos un torneo, así que estamos muy contentas”, anticipaba Cappiello. “La finalidad de participar es divertirnos y, obviamente, ir a jugar, pero sabemos que recién estamos arrancando y lo importante es pasarla bien”, agregó en la previa. Finalmente, el equipo terminó en la sexta posición del seven.